Los pobres
del mundo
extienden
su mano
suplicando
alimento,
malviven,
enferman,
mueren,
precisan
ayuda
urgente,
abran todas
sus arcas,
déjense ya
de juegos
de Papas
y Monarcas,
sean realmente
solidarios
y honestos,
honrados,
sensatos
con su credo,
hermanos
de sus hermanos
los humanos
o les vaticino
un Vaticano
en banca rota,
una derrota
de la mentira
frente a la verdad
de los acontecimientos,
no puede nadie
nunca más
morir de hambre.
Santa Marta 10 de mayo de 2007
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