martes, febrero 23, 2010

LÁGRIMAS INCONCLUSAS





Llorar beneficia el ánimo,
y en beneficio de mis lágimas inconclusas,
vierto en el Océano un ruego
que transmita a los hombres calma,
un sosiego tonificante
para que nadie se sienta agredido por nadie,
donde mis lágrimas reclusas
lleguen a todas las Cárceles y Misterios.

Salamanca, Plaza de Anaya, 2009

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