sábado, abril 16, 2005

LA VOLUNTARIA VOLUNTAD

Era un hombre que vivía una vida amargada porque no veía más allá de sus propios hábitos y rutinas. Se pasaba el día bebiendo alcohol y fumando tabaco. Había perdido gran parte de su autoestima y no se daba cuenta de que estaba perdiendo la cabeza y su fortaleza física. Sus familiares le daban ya por perdido, y las gentes de su pueblo no querían saber ya nada de él. Entonces se miró así mismo, no como antes solía mirarse: la cabeza llena de ilusorios sueños y el cuerpo como si fuese una armadura. Esta vez se vio realmente como era, como verdaderamente se encontraba en ese mismo instante: deteriorado física y mentalmente, y muy mermada su capacidad intelectual. Ahora se daba perfecta cuenta de que su memoria era cada vez más escasa, sus reflejos se encontraban casi bajo mínimos, su escultural figura se había convertido en un nido de grasas y toxinas, y su voluntad se había transformado en su peor enemigo. Fue cuando se dio perfecta cuenta de que no podía seguir amargándose la vida ni un minuto más, no podía continuar siendo esclavo de sí mismo, y decidió voluntariamente cambiar sus hábitos y rutinas diarias para fortalecer su voluntad, para que su cuerpo y su mente volvieran a su estado natural y original.
Santa Marta 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario