SOMBRAS EN EL ASFALTO

Un mortal grita que es libre ante la muchedumbre,
espectros de caras deformadas le miran y se ríen,
suenan las danzas de las nubes,
un anciano contrahecho murmura entre dientes la locura de sus hijos,
flotan incongruentes ideas sobre el ser libre, todos opinan,
mas un ciego se acerca y le pregunta:
¿cuándo un humano ha sido libre?.
Ahora mismo responde el dueño de la Libertad.
Se agolpan las personas para escucharle.
Un rugido inmundo sale de la boca de la muchedumbre
maldiciendo la libertad del ser libre.
Un niño recorre el Asfalto, se acerca y dice:
“Yo no sé lo que es la Libertad,
pero le diría a Usted que es más vieja que una Ramera,
y yo de eso no entiendo
y le sugeriría que nos explicara por qué es usted Libre,
ya que lo presupone y lo grita ante mis paisanos”.
Se calló y se alejó de todo humano viviente,
se fue a un rincón y escuchó las palabras del amo de la Libertad:
“Yo no sé lo que os ocupa en vuestras vidas,
pero presiento que es algo insuficiente,
que no os llena tanto como a mí me puede llenar mi Libertad.
No creo que seáis justos con vosotros mismos,
y como no sois justos con vosotros
tampoco lo sois con vuestros amigos,
y que ya de decir con el resto de la gente.”
Fueron apareciendo personas
de todas las razas que se agolparon
enrededor del amo de la Libertad.
Todos se hacían preguntas
acerca de quién sería semejante persona,
cuáles eran sus propósitos,
y si era capaz de vivir libremente.

Salamanca 1998