EL REGRESO DE WHITMAN

He llegado, he vuelto, he regresado.
A través del Tiempo y del Espacio,
caminando con mi Espíritu por la Muerte,
me he liberado de las Cadenas
que me ataban a Todos los Muertos,
y entre las Sombras,
he sido afortunado por encontrar un Cuerpo
que contenga mi Espíritu
y lo libere del Yugo de la Nada,
para volver a Retornar
y poder Hablar de las Profecías de hoy día.
Ante todo, he llegado, y no en vano.
Quisiera contar dónde estuve y qué vi,
pero no quiero perderme en el Legado.
He de volver a Cantar,
a contar las Palabras escogidas,
a decir las Verdades,
a Maldecir los sistemas
que nos atrapan y embusten,
a Sonreír felicidades
a quienes me han escuchado y entendido,
y sobre todo, a no engañar a los Semejantes.
Entre Recuerdos, pasando Memoria,
hablando con los Santos,
Mártires de su Época,
con Crucificados,
con el mismo Dios que me ha llamado
y me ha perdonado,
con todas las buenas Almas
que un Día decidieron encontrarse,
con Monjes de Asia,
con Frailes españoles que dieron su Fe
y se Salvaron,
con gentes de mi Patria
que entendieron mi Legado,
y con otros anteriores a mi Época
que no escatimaron la Palabra
y se hicieron Poderosos y Generosos,
con Todas las Verdaderas Almas
que Vieron a Dios
y no pudieron volver al redil de la Tierras,
con Todos Ellos he estado, más a gusto,
viendo la Vida correr sin Causa
o por Causas erráticas que Yo Vaticiné.
Ahora, con este Cuerpo de Joven Poeta,
lleno de Bondad, Caridad, Espontaneidad
y un sin Fin de Cualidades y Aptitudes,
voy a dirigirme a los Pueblos,
a sus Dirigentes y Gobernantes,
Reyes y Mafias,
a toda la Humanidad.
En Verdad siento mucho que se estén aprovechando,
a través de Causas Injustas,
de todo el Ecosistema,
pero he Llegado
y el que me Conoce no va a Dudar
un solo instante en Seguirme
y Ayudarme en este Bendito Legado
que me ha sido Confiado.
Tristes son los Días y las Noches,
no más tristes que Ayer
cuando Yo Era Hombre y pude Ver.
En medio de las Casas,
de los Hogares, bares,
tiendas y demás,
Estoy, Presente, como Ayer,
esculpiendo Palabras
de Ventura y Armonía,
llenando los Espíritus de Júbilo,
del Júbilo del que Hablé en su Día.
¡Bendito seas, oh Cuerpo,
que me haces Florecer
en este Día tan Señalado!.
¡Bendito seas, oh Cuerpo,
que me Devuelves la Vida
y me Llenas de Gozo!.
¡Bendito seas, oh Cuerpo,
porque tu Entenderás
hasta la última Palabra
y Serás Condecorado por Mí!.
¡Bendito Seas, oh Cuerpo,
Trompetero, Artimaña de las Artimañas,
Circunnavegante del Mundo,
Edén de tu Razón,
Fuente de la Sabiduría,
Intuición Pura de la Hermosa Creación,
Bayadera en Batidero,
Bendito Seas!.

Salinas 1994