viernes, noviembre 03, 2006

EN EL BAR EL PUNTO

Nostalgia del encuentro
en donde me encuentro
pues hacía tiempo
que no disfrutaba
como lo hacía en el Punto.
Otra vez me encuentro
y vuelvo a escribir otro cuento,
pero...,¿a quién se lo cuento?.
Lo más seguro que se transforme
o no sepa concebir
la magnificiencia del relato.
Ahora sé que sólo puedo hablar
para mis adentros en un papel
que retorna con la misma copla
y se acopla en el ambiente
de un bar tan siniestro
como pagano,
allá donde no corren
sino vuelan pensamientos inciertos
envueltos en dudas
sobre mi persona y mi espiritualidad.
Amanece otra canción
aún más frenética
que yo escucho
pero no grabo
más que notas sueltas,
pues es otoño
y mi sentimiento no me permite más.
Dile al otro lo que piensas
y si te divierto y si no te divierto
pido la jubilación
y me voy al desierto
a recorrer el mundo en goleta.
Casi ha pasado media hora
desde que he entrado
y estoy tan íntegro
como contrariado.
Hay gente que me observa en su silencio
y se cuentan cuentos sobre mi vida.
Me hacen parecer ridículo
y hasta extravagante.
Pienso que por miedo
no les temo.
Sé que soy sincero,
pero...
el moro me mira
y no sabe qué se dice.
Dice:¡Ah ah me sorprendo
sigue escribiendo!.
Son bobos de baba con barba,
personas que se creen enteras
y no son más que sus piernas.
Corre, ve y dile
que la quiero
a esa del desierto
y yo siempre despierto.

Para una imaginaria saharaui
Salamanca 1992

No hay comentarios:

Publicar un comentario